Un simple "Hasta Luego"

 Muchas veces había escuchado lo difícil que resultan las despedidas, lo tristes que son. En realidad nunca me había parado a pensarlo, pero ahora sí sé cómo se siente uno uno, es real. Notas tus ojos anegarse en lágrimas mientras piensas "no quiero marcharme"; notas los sollozos incontrolados de tus compañeros mientras abrazan a unos tristes y nuevos amigos. Una pequeña parte de tu cerebro te aconseja correr y dejar a un lado este pequeño sufrimiento, mientras que otra te ordena lo contrario: no los dejes.

 Es cierto que es peor alargar las despedidas, pero también es cierto que es preferible un largo adiós a que llegue el preciso instante en el que te marches.

Subimos las escaleras, intentando no mirar atrás para no ver esas manos al cielo diciendo adiós.
 Intentamos deshacer ese doloroso abrazo diciendo: "¿Quién ha dicho nada de adiós? Sabemos que, en realidad, se trata de un simple hasta luego".

Comentarios

  1. Joder tia que bonito tienes razon eres una gran escritora y filosofa ;-) casi lloro :'( Soy Martiita

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro que te haya gustado ¡Yo no dije eso! :O esa es la intención, que llegue hondo :)

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares